Pollo a la sal

La cocina a la sal es muy sana pues permite obtener un alimento cocinado en su punto de sal, y además con ausencia por completo de grasas. Se tienen noticias de este tipo de proceso ya desde los fenicios. Las piezas que se desean cocinar a la sal deben estar lo más enteras posibles, Se necesita una fuente o bandeja para horno de un tamaño ligeramente mayor que la pieza a cocinar.

Se hace una cama con la sal humedecida y aromatizada al gusto, mejor si gruesa, y se pone el pescado o la carne y se cubre con el resto de la sal humedecida presionándola y cubriendo perfectamente la pieza. Se introduce la bandeja en el horno precalentado y se deja el tiempo necesario según el tamaño. No os preocupeis porque no queda muy salado, la sal absorbe la grasa y transmite simplemente su aroma yodado y un ligero sazonamiento. Ya os enseñé como hacer solomillo a la sal, pero para hoy me he basado en esta receta de El cocinero fiel.

Ingredientes: 
1 pollo
1½ kg de sal gruesa,
orégano, pimienta negra molida, 
2 hojas de laurel
4 dientes de ajo
1 zumo de un limón y agua

Elaboración:
Marinamos el pollo con un poco de romero y metiendo dentro los dientes de ajo.

Colocamos una capa de sal en el fondo de la olla y poner el pollo. Cubrir con más sal y humedecer con un poco de agua para favorecer la compactación .

Hornear a 220 grados durante 1 hora y 40 minutos (aproximadamente, según el tamaño del pollo).

Limpiar el pollo de la sal y bañamos con el zumo de limón.

Servimos bien calentito.

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