Como todos los otoños vuelven las setas, yo no he ido nunca a recogerlas porque, reconozco, que hay que entender ya que es muy arriesgado cogerlas sin tener conocimientos, por eso cuando las veo en mi fruteria espero que bajen un poco el precio y las compro.
Esta vez han sido níscalos, una de las setas más sabrosa y más común, su color anaranjado es muy característico, su carne es muy compacta y se oxida en seguida, cambiando su color a verde.
Para los que os gustan las curiosidades os contaré que su nombre científico es Lactarius deliciosus, hay también otro hongo muy parecido a él Lactarius torminosus, pero éste no es comestible.
Hay muchísimas recetas con níscalos, con cebolla, en salsa, revueltos, guisados, con patatas, con arroz, o también con pasta. Esta vez los he hecho al ajillo con jamón.
Ingredientes:
- Níscalos
- 3 dientes de ajo
- jamón serrano
- aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Limpiamos y lavamos bien los níscalos, los escurrimos y los cortamos.
Ponemos en una cazuela el aceite, cuando esté caliente añadimos los ajos, esperamos que se doren un poco, añadimos el jamón.
Cuando ya esté todo un poco rehogado vamos añadiendo los níscalos, dejamos que se vayan haciendo a fuego suave 8 o 10 minutos, tampoco hay que hacerlos mucho porque si no quedan muy secos.
Y ya solo queda coger un trozo de pan y mojar en la salsa .
Podemos espolvorear con un poco de perejil.
Tiempo: 30 minutos
Dificultad: baja